En la actualidad cualquier organización dispone de una gran cantidad de información, proveniente de múltiples sistemas y orígenes de datos, y que crece de forma exponencial. En muchas ocasiones dicha información se encuentra dispersa, segmentada y aislada, lo que supone un perjuicio para las compañías; impactando directamente en sus decisiones y resultados.
Se siguen tomando decisiones incorrectas que afectan al negocio por no disponer de toda la información o porque la información con la que se toman no es fiable. Por ello es crucial contar con una estrategia de gestión de la información, así como de herramientas de análisis acordes a las necesidades del negocio.